Alguna vez te ha dolido un Masaje: ¿Por qué sucede y cómo manejarlo?

¿Por qué alguna vez te ha dolido un masaje?
Un masaje, aunque normalmente es relajante, puede causar dolor o incomodidad. Esto puede deberse a varias razones relacionadas con la técnica, la presión aplicada o el estado de tus músculos y tejidos.
- Tensión muscular acumulada: Los músculos muy contracturados pueden reaccionar con dolor al ser masajeados intensamente.
- Presión inapropiada: Un masaje demasiado fuerte para tu nivel de tolerancia genera molestias y puede no ser beneficioso.
- Respuesta inflamatoria: En algunos casos, el masaje estimula la circulación y provoca una ligera inflamación temporal que genera dolor.
Identificar el dolor «bueno» del «malo»
Es importante diferenciar entre el dolor controlado, que indica que el masaje está actuando sobre zonas tensas, y el dolor agudo o persistente, que puede ser señal de una técnica incorrecta o lesión. Comunica siempre con tu terapeuta para ajustar la presión y evitar molestias innecesarias.
Beneficios y riesgos de sentir dolor durante un masaje
Aunque el dolor puede ser una señal de que el masaje está trabajando zonas tensas o bloqueos, también hay riesgos que conviene conocer para evitar efectos negativos.
- Beneficios del dolor controlado: Favorece la liberación de tensiones profundas y mejora la circulación sanguínea y linfática.
- Riesgos del dolor excesivo: Puede provocar hematomas, inflamación prolongada y rechazo al tratamiento.
- Importancia de la comunicación: Mantener un diálogo abierto con el terapeuta garantiza que la experiencia sea segura y efectiva.
Cuándo el dolor indica que debes detener el masaje
Si el dolor es intenso, persistente o se acompaña de otros síntomas como mareos o malestar general, es crucial interrumpir el masaje y consultar a un profesional de la salud para descartar problemas subyacentes.
Consejos para evitar que un masaje te cause dolor incómodo
Existen varias estrategias para asegurarte de que un masaje sea una experiencia placentera y beneficiosa, minimizando las posibilidades de dolor desagradable.
- Elegir un profesional cualificado: La experiencia y formación del terapeuta aseguran técnicas adecuadas a tus necesidades.
- Comunicar tus límites: No temas expresar si la presión es demasiada o si sientes molestia en algún momento.
- Preparar tu cuerpo: Hidratarse bien y realizar estiramientos suaves antes y después ayuda a reducir la tensión muscular.
La importancia de la personalización del masaje
Cada cuerpo es único, por eso un masaje debe adaptarse a tu situación particular, ya sea que busques relajación, tratamiento terapéutico o alivio de dolencias específicas. La personalización reduce el riesgo de dolor innecesario y maximiza sus beneficios.
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